Jake sobrevivió a la matanza de su familia y ahora está bajo observación en una institución psiquiátrica. Completamente asustado, él cree que será el siguiente en morir. Mientras tanto, Lisa quiere convertirse en una diseñadora de modas y Max es el administrador de un edificio que debe sacar adelante a Rose, quien padece una enfermedad crónica. Cuando una doctora los visita para investigar la muerte del padre de Jake, Lisa descubre la atemorizante verdad detrás de una maldición nacida de una poderosa furia, que se esparce con cada víctima y que no se puede detener.