Phillippe se mete en la piel de Jonathan Preest, un detective vigilante que oculta su rostro bajo una máscara. Tiene una visión cínica de lo que le rodea y odia El Ministerio, un poder religioso y enigmático que gobierna Meanwhile City y que durante siglos ha mantenido que proveer a la población de algo en lo que creer les da el poder de controlarla. Preest planea una venganza contra El Ministerio, además de buscar un castigo justo para los asesinos de una chica que él intentó proteger. Es el único ateo de Meanwhile City, e intentará evitar que las sectas capten más adeptos.