Dos agentes del FBI Elizabeth Anderson y Sam Hallaway llegan a la comisaría para tomar testimonio a una joven drogadicta, un policía y una niña sobre una sangrienta carnicería que ha tenido lugar en la carretera. Todo parece indicar que un grupo de asesinos son los responsables del macabro suceso, pero las diferentes versiones no coinciden del todo con la realidad.